Esta nueva era ya ha comenzado desde hace unos años, todos los expertos coinciden, es el futuro. De hecho, se estima que la demanda de datos en tiempo real y de la wearable technology crecerá desde los 14 millones de unidades registrados hace unos años hasta los 250 millones en el año 2022, un estudio indica que en los próximos 2 años el mercado de dispositivos inalámbricos seguirá en constante crecimiento como lo está ahora y generará unos 6 mil millones de dólares.
En el mundo ya se venden más teléfonos inteligentes que otros dispositivos, en el año 2007 se vendió el primero iPhone y desde entonces se han multiplicado sus funcionalidades, creando nuevas industrias y permitiendo grandes avances en la electrónica de consumo. También se han convertido en el centro de la comunicación y el ocio personal. Ahora una nueva generación de dispositivos como lentes, relojes, pulseas y anillos, todos etiquetados como inteligentes, pretende aprovechar estas capacidades y llevarlas un paso más allá, a lo llamado wearable, que se considera una prende de vestir o complemento.