La idea de detener el ritmo del consumo de electrónico no parece ser la solución para evitar tanta basura electrónica que se produce en el mundo. La comunidad científica busca evita este problema desde múltiples trincheras. Por un lado expertos en ingeniería y materiales, trabajan en la creación de una nueva generación de electrónicos. No estamos lejos del día en que podamos traer nuestros gadgets pegados en la piel como estampillas. Serán tan delgadas y flexibles que podremos colocarlos en nuestras uñas o en cualquier otra parte del cuerpo.
Lo mejor de lo anterior, es que no habrá desechos ni desperdicios que lanzar al tiradero porque podremos disolverlos con unas gotas de agua al cumplir su tiempo útil. Ya se han logrado crear electrónicos que pueden integrarse al ser humano y se ha encontrar la forma en que se disuelvan. Sin embargo, las investigaciones se están canalizando al mundo de la medicina y pasarán varios años antes que estos dispositivos entren a circuitos comerciales, esperemos que el planeta siga en pie.
